Reseña
Crítica
Antes de
empezar con terminologías acerca de los estilos y aptitudes se necesita
entender lo que es casa una de estas para no confundirlas entre ellas, ya que
hay una tendencia a confundirlas. Una aptitud es lo bien que alguien puede
hacer algo; en cuanto el estilo se refiere
a cómo le gusta a alguien hacer algo. A personas con estilos diferentes
les gusta emplear sus aptitudes de maneras diferentes, y por lo tanto,
responden de manera diferente, pero adecuada a los tipos de pensamiento requeridos
por ocupaciones distintas.
Es
importante entender este punto, especialmente como maestros ya que lo que se
considera ignorancia o intransigencia, en realidad puede ser, simplemente, una
discrepancia entre el estilo de una persona y el de otra. En cuanto a nuestros
alumnos y a nosotros mismos no depende de lo bien que pensamos, pero también
depende de cómo pensamos. Este libro nos concientiza en este aspecto del cómo
pensamos, es decir, nos ayuda a determinar nuestro estilo de pensamiento.
Según nuestras funciones, nuestro estilo puede ser
Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Aquellos
que son legislativos les gusta hacer las cosas a su aire y prefieren
decidir por sí mismas qué harán y cómo lo harán. Les gusta establecer sus
propias reglas y prefieren los problemas que no estén estructurados o
planteados de antemano. Es propicio para la creatividad, para producir nuevas
ideas y desear producirlas.
A las
personas ejecutivas les gusta seguir reglas y prefieren los problemas
estructurados y planteados de antemano. Les gusta rellenar lagunas de
estructuras ya existentes en vez de crear estructuras. Tiende a ser apreciado
en la enseñanza y en el mundo laboral.
A las
personas judiciales les gusta evaluar reglas y procedimientos, y
prefieren problemas donde se analicen y evalúen cosas e ideas existentes.
Posteriormente,
según las formas de autogobierno mental nos podemos clasificar en: Monárquicas
(personas decididas y resueltas, tienden a no dejar que nada se interponga en
la resolución de un problema), jerárquicas (reconocen la necesidad
de establecer prioridades y reconocen la necesidad de examinar los problemas
desde varios puntos de vista para estableces correctamente las prioridades), oligárquicas
(tienden a estar motivados por varias metas que consideran de igual
importancia, y frecuentemente contradictorias entre sí), y finalmente las anárquicas
(motivadas por varias necesidades y metas difíciles de clasificar, abordan los
problemas de una manera aparentemente aleatoria, tienden a rechazar los
sistemas).
En cuanto
a niveles, alcance e inclinaciones del autogobierno mental las personas se
pueden clasificar en: por niveles: Globales (prefieren abordar
cuestiones relativamente amplias y abstractas) y en locales (les gustan los
problemas concretos que pueden ser difíciles de clasificar); por alcance: internas
(son personas introvertidas, les gusta trabajar en soledad),
externas (sociables, les gusta trabajar en equipo); y finalmente por
inclinaciones: liberales (les gusta ir más allá de los procedimientos y reglas
existentes), conservadoras (les gusta seguir procedimientos y reglas ya
existentes, minimizar el cambio).
El aspecto
que se quiso tocar más en este libro, y que en lo personal se me hizo muy
interesante es el hecho de que no porque por genética, y el círculo social
donde nos desenvolvemos nos hagan tender a un estilo, podemos trabajar para
cambiar nuestros estilos, ya sea al hacer ejercicios que nos obliguen a
utilizar los estilos que queremos desarrollarlo, o bien, aprendiendo de otros
estilos. No sólo hacer esto con nosotros mismos, pero también con nuestros
alumnos para que sea más fácil para ellos salir adelante sin importar en medio
en el que se desenvuelvan
Hola Deborah me gusto tu conclusión coincido con la idea de que podemos modificar nuestros estilos de pensamiento y que la genética y nuestro circulo social no impactan completamente en nuestros estilos en nosotros esta poder generar nuevas formas de pensamiento. Muy bien!!!!!
ResponderEliminarCreo que todos llegamos a la conclusión de que como profesores debemos reflexionar acerca de nuestro desempeño docente y trato hacia nuestros alumnos, buscando no encajonarnos en el favorecer unicamente a unos cuantos de nuestros chicos. Buena reseña.
ResponderEliminarMtra. Deborah: Considero que nuestros estilos de pensamiento determinan nuestro desempeño en distintos ámbitos, tanto públicos como privados. Entender el estilo propio favorecerá un mejor desempeño tanto de nosotros como de las personas con quienes interactuamos.
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